La temperatura ideal para su desarrollo esta entre 23º y 28ºC, con buen riego, principalmente en la fase de brotación, floración y desarrollo de frutos para que estos sean de buena calidad. No tolera heladas fuertes y prolongadas. Los suelos deben ser del tipo areno-arcilloso, profundo y con buen contenido de abono orgánico.
Terrenos: Para los compactos es necesario realizar un subsuelo y para los suelos endurecidos es suficiente un volteo. Es mejor establecer los guayabos en terrenos individuales.
Es tolerante a suelos ácidos y alcalinos, se presenta en suelos con problemas de drenaje.
Temperaturas: Se adapta a temperaturas entre los 15 y los 30 grados centígrados.
Preparación del Suelo: para frutos buenos, se prefieren suelos fértiles, profundos, ricos en materia orgánica. Este se adapta en casi cualquier tipo de suelo, acepta pH desde 4,5 hasta 8,2, siendo lo ideal 6 y 7.
Terrenos: Para los compactos es necesario realizar un subsuelo y para los suelos endurecidos es suficiente un volteo. Es mejor establecer los guayabos en terrenos individuales.
Es tolerante a suelos ácidos y alcalinos, se presenta en suelos con problemas de drenaje.
Temperaturas: Se adapta a temperaturas entre los 15 y los 30 grados centígrados.
Preparación del Suelo: para frutos buenos, se prefieren suelos fértiles, profundos, ricos en materia orgánica. Este se adapta en casi cualquier tipo de suelo, acepta pH desde 4,5 hasta 8,2, siendo lo ideal 6 y 7.